La otra «grieta» que se agranda: sociedad versus dirigencia política

Crece el desencanto de un sector de la población con la clase gobernante: «Dan asco, dan vergüenza», espetó esta semana un comerciante cordobés a concejales en la ciudad de Arroyito.


Por Emiliano Rodríguez para NA.

La segunda ola de la pandemia de coronavirus avanza en la Argentina en medio de una campaña de vacunación que debería ganar ritmo en las próximas semanas, motorizada por la llegada de más cargamentos con dosis, pero que no alcanza por el momento para apaciguar el descontento de un amplio sector de la sociedad con la clase dirigente.
«Dan asco, dan vergüenza», espetó días atrás un comerciante de la ciudad cordobesa de Arroyito a miembros del Concejo Deliberante local, durante una sesión en la que se debatía sobre ajustar o no las medidas de restricción con motivo de la epidemia, al tiempo que los acusó de tomar decisiones «con un sueldo asegurado».

Se trató apenas de una muestra del desencanto social que crece en torno de la gestión política en sus distintos niveles y que, en este caso, tomó notoriedad pública a partir de la difusión de un video en redes sociales y de posteriores declaraciones a la prensa del protagonista del reclamo.

«La gente está asqueada», remarcó el comerciante, llamado Gabriel Ferace, dueño de una tienda de ropa y calzado, en una misma semana en la que miles de personas salieron a las calles en distintas ciudades del país el pasado Día de la Patria, el 25 de mayo, para protestar contra el regreso a una virtual Fase 1 de la cuarentena con motivo del rebrote de Covid-19.

La pandemia que golpea a la Argentina y llegó para agravar la crisis económica que sacudía al país, acrecentada incluso por las medidas que tomó el Gobierno en busca de contener el avance del coronavirus, agudizó también la otra «grieta», no la que divide a oficialistas de opositores, sino la que distancia a un sector de la sociedad de la clase política.

En el caso del presidente Alberto Fernández, únicamente el núcleo duro de votantes del Frente de Todos sostiene en niveles estables su respaldo a la gestión oficial desde el comienzo de la emergencia sanitaria en el país e impide que se desmoronen aún más las mediciones de imagen del jefe de Estado, de acuerdo con recientes encuestas.
Incluso en una nación apasionada por el fútbol como la Argentina un trabajo de la firma Poliarquía Consultores mostró que siete de cada 10 encuestados se manifestó en contra de la realización de la Copa América, en momentos en los que la Casa Rosada insiste con celebrar aquí el torneo -que está previsto que comience en dos semanas- a pesar de la epidemia.

El rol de la clase media

En este contexto, más allá del acuerdo con la oposición para postergar un mes las próximas elecciones de medio término, lo que debería brindar al oficialismo un margen adicional para avanzar por ejemplo con el plan de vacunación, el Gobierno se encamina rumbo a esos comicios sabiendo perfectamente que someterá a escrutinio sus dos primeros años de mandato.

Asimismo, durante ese lapso, el Frente de Todos en el Poder cometió errores de gestión por los que podría pagar un alto costo en el cuarto oscuro: desde las vacunas de privilegio hasta la extraña dicotomía entre «salud y economía» que causó estragos en el andamiaje productivo doméstico y precipitó el cierre de unos 90 mil comercios en todo el país, según datos de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

La clase media, que suele cumplir un rol preponderante en cada votación en la Argentina, sufrió considerablemente los embates de la pandemia y de la crisis económica, lo que convierte a ese vasto sector de la sociedad en terreno fértil para dejarse seducir por propuestas del arco opositor en los comicios que se avecinan, con Juntos por el Cambio a la cabeza.

En estas épocas de apogeo de las neurociencias, del entrenamiento ejecutivo y de variopintas teorías sobre desarrollo personal y conciencia plena, se ha puesto relativamente de moda también la difusión de entrevistas o conferencias en las que multimillonarios exponen los «secretos» de sus triunfos empresariales: en la Argentina actual, quienes podrían dar cuenta de las claves de su éxito son las familias de clase media y/o trabajadora que logran llegar a fin de mes.

¿Cómo lo hacen?

A propósito, consultoras privadas estiman que la inflación de mayo volverá a ubicarse por encima del 3,5 por ciento, impulsada una vez más por un sostenido aumento de los precios de los alimentos, lo que afecta en especial a los sectores más vulnerables de la población (¿qué sucederá con la carne?): el dato oficial se divulgará el miércoles 16 de junio próximo.

En el plano internacional, se conoció en los últimos días una decisión estratégica del Gobierno cuyas consecuencias aún están por descubrirse: la Argentina retiró su apoyo a una demanda internacional contra el régimen venezolano que lidera Nicolás Maduro por presuntos crímenes de lesa humanidad que tramita en la corte penal de La Haya.

Si bien sucedió en marzo pasado, la determinación oficial tomó estado público en momentos en los que el Gobierno negocia con Cuba la provisión de vacunas, tras haber gestionado con Rusia y China el envío de más cargamentos, y mientras permanecen empantanadas las negociaciones con laboratorios de Estados Unidos por el suministro de dosis.

Por último, referentes del oficialismo continúan dando explicaciones, o al menos procuran, con respecto a las gestiones que el país llevó adelante con la compañía norteamericana Pfizer por el suministro de vacunas: «Hicimos lo posible, lo imposible y hasta le llegamos a ofrecer una cosa casi indigna (…) y siempre nos dijeron que no», expresó el ex ministro de Salud Ginés González García en declaraciones a radio Rivadavia.

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